Destacados
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Visitar lo que duele
Dónde encuentro reposo?
Cuando me permito tocar mi afecto, aunque duela, habitando mis espacios íntimos, abriendo el espacio en el cuerpo para escuchar. Cuando dejo de evitar lo que siento.
Encuentro reposo, sobre todo, al permitirme expresar lo que siento, agradecida de tener voz y que puedo abrazar mi proceso compartiendo…
Hoy he dedicado el día a visitar lo que duele, lo que me da impotencia… me estoy permitiendo habitar lo que tiene que dejarse de callar…. Me he permitido tocar mis heridas y dedicar una ofrenda a este día 8 de marzo, un día que no me es fácil, que remueve lo más profundo de mi historia y la de mi hija, así como la de muchas mujeres sobrevientes, que día a día en la cotidianidad enfrentamos una violencia normalizada. Hoy quiero darle lugar a tocar el dolor, cómo un modo de dejar de rechazarlo, de no evadirlo sino cómo un modo de hacerlo voz que expresa, que canta, que llora y que grita junto con muches lo que necesita salir, lo que pide ser reconocido. Comparto la invitación a ejercer la expresión cómo un modo de acción, de presencia y de protesta, como un modo de dejar la indiferente, mirar que la violencia comienza por la desconexión indiferente y que se reproduce y se normaliza al quedarse callado. Al aparecer como cuerpo presente y darle lugar a nombrar lo que uno siente es darle valor a tu proceso, es resignificar tu experiencia de vida, es cambiar la narrativa ensimismada de lo que nos pasa, es ver que las capacidades, lo obstáculos o vulnerabilidades que tenemos se vuelven fortalezas y herramientas al compartirlas, podemos darnos cuenta y es un modo de ser agradecido, sobre todo lo más valioso es ver que no estás sola al volverse resonancia con el otro…
Al compartir y manifestarte creas tejido…
El expresar lo que uno siente, al manifestarse creativamente…. El No quedarse callado es la mayor resiliencia que se puede recibir. Al compartir y manifestarte creas tejidos y permite abrir camino a la transformación de nuestros bloqueos y obstáculos.
Hoy invito a compartir tu testimonio cómo un modo de habitar tu espacio vital y darle lugar en el mundo, darle reconocimiento a tu camino de vida, a tu camino de resiliencia.
Ofrendo este día a visitar lo que duele
Hoy 8 de marzo quiero manifestar mi voz, cómo un modo de ofrenda y protesta por las amigas que he perdido por feminicidios, a las madres de las asesinadas y desaparecidas. Ofrendo a todas absolutamente todas la mujeres que he conocido, nombrando algo que tiene que dejarse de invisivilizar, invito a una reflexión para todes lo siguiente: que sorprende incrédulamente pero real. Ninguna mujer que he conocido hasta mis 42 años aún viajando por muchos países. Puedo decir ninguna mujer que he conocido ha sido exenta de sufrir algún tipo de violencia física y psicológica mucho más de una vez. Sin dejar de mirar que también muchos hombres sufrieron abuso sexual de niños. Invito a una reflexión y apertura a voltear a mirar esto.
Comparto hoy mi voz, mi testimonio cómo una ofrenda a dejar de callar y cómo un modo de seguir encontrando modos de sanar y de cómo tomar acciones para crear espacios seguros sin violencia. hoy he dedicado el día a abrazar mi proceso, a reconocerme con mi historia y mis heridas, a darle valor a lo que he podido superar, a darle tiempo a lo que aún me agita y me lastima , a darle valor a mi herida, darle valor a lo que he podido transformar, darle valor a lo que he sido capaz de denunciar. Darle espacio a abrir mi voz y manifestarme compartiendo mi testimonio de lucha y resiliencia. Reconocerme en lo que he sido capaz de enfrentar y superar, abrazar lo que significa ser sobreviviente como muches y agradecer tener la oportunidad de hacer de mi historia un camino de resiliencia que pueda compartirse, también reconocer las herramientas que he podido integrar gracias a la gente que ha estado incondicionalmente en mi vida, agradecer las herramientas que hoy tengo para expresar una experiencia que puede ayudar a otres y poner un granito más de arena con acciones, tomando conciencia de cómo permitimos la violencia al no manifestarse. Me parece importante poner la atención de crear y cultivar espacios que permitan tejido social, espacios seguros sin violencia donde se pueda dar lugar a lo que uno siente, espacios para expresar lo uno íntimo, lo propio, espacios para expresar lo que pide a gritos salir, manifestar y lo que es necesario nombrar y protestar.
Reconocerme hoy en un día que me mueve, me conmueve, que me toca la herida, tal vez la mas profunda, lo más difícil, con lo que aún sigo buscando como nombrar y cómo volverlo un proceso de fortaleza, un proceso donde compartir permita liberar pero también manifestar y hacer un acto de protesta y presencia abriendo mi voz y participando de este modo en la marcha de hoy 8 de marzo, un día que no se festeja, se manifiesta un BASTA CALLAR El abuso y la violencia. Un día para no olvidar, un día de reconocimiento del duelo de tantas asesinadas. también a través de este medio, me atrevo a ofrendar mi testimonio que iré compartiendo en otros textos, deseando que pueda servirle a otres, deseando que sea un modo de abrir camino, un modo de abrir mi voz, un modo de aparecer en el mundo dejando de callar la violencia que se normaliza y se invisiviliza.
Me da vértigo el permitirme abrir, este espacio, donde siento al mismo la oportunidad de comenzar de nuevo, compartiendo mi herida como una ofrenda, cómo un testimonio vivo que para contarlo necesitaré, muchos días, mucho años, no me alcanzará la vida para nombrar cada acto de violencia que he vivido simplemente caminando o del que si testigo o de tantes testimonios que he sostenido en un abrazo. Hoy quiero dejar que mi voz y mi testimonio aparezca cómo protesta, aunque sea un espacio que me confronte con lo que más me duele, y aceptarme mirarme con afecto, con mis heridas, permitirme el espacio íntimo de reconocerme con mi historia de vida, agradecer la oportunidad que puedo volver a mirar y expresar y seguir adelante. Reconocer que me causaba mucho miedo volver a nombrarlo y compartirlo, atreverme hoy a darle lugar a una herida qué tal vez por sobrevivencia dejé mirarla quedando atorada bloqueada aún denunciando, simplemente la cerré, me desconecté de mis emociones, evadiéndola porque dolía demasiado.
Ofrendo este día a visitar lo que duele, recordando que tocar mis heridas es tocar mi afecto lastimado y que permitirme sentir aunque duela permite abrir camino a la vida…
Hacer de lo que he vivido ya no cómo victima de la violencia si no con la posibilidad de darle valor a compartirlo y hacer de la herida una camino de resiliencia, de fortalezas que a veces pueden ser nuestros obstáculos, nuestros traumas, la enfermedad, las crisis y lo que duele, en nuestras limitaciones, en lo más vulnerable de nosotres cómo la herida, lo podemos volver tierra fértil en donde pueden nacer las flores, donde podemos abrir camino vital y creativo, volverlo un modo de solidaridad, sororidad, de empatía y reciprocidad, de reconciliación con uno mismo, con el otro, con la naturaleza, con lo que nos rodea…
Ofrendo este día a visitar lo que duele, recordando que tocar mis heridas es tocar mi afecto lastimado y que permitirme sentir aunque duela permite abrir camino a la vida…
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
textos que no te puedes perder
Acerca del método Cuerpo Profundo
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
La vida es una danza que merece ser bailada
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario